miércoles, 13 de febrero de 2013

HROTHGAR (el Burlamuertes) PERSONAJES PARTE 1


Sergi, uno de los jugadores nos presenta a su personaje:


El Gran festival de invierno, la Cuchipanda Padre, celebración donde se dejan a un lado los conflictos entre las tribus ogras para dar paso a los conflictos entre líderes Déspotas en el foso de menhires “dientefauces”. Durante la festividad en la que se comparte el gran festín durante días, los ogros zanjan sus disputas en luchas individuales  con puños de hierro donde solo se combate con fuerza bruta y se impone la ley y la razón del más fuerte. Existen grandes historias de ogros que se han convertido en Déspotas de su tribu tras desafiar, derrotar y comerse al suyo propio en el foso. Cualquiera podía desafiar a quien quisiera, y ahí cometió Hrothgar su imperdonable error. Su soberbia y ansia de poder le llevó a desafiar al más grande y temido de los suyos, Grasientus Dienteoro, el soberano de los reinos ogros. El combate fue breve, pues Hrothgar aguantó tan solo unos segundos en pie ante el inconmensurable tamaño del rey ogro. Pero antes de que Grasientus le asestara el golpe final, unos atronadores rugidos y la visión de un ogro no muy bien recibido expandieron la conmoción. El profeta desterrado, Skrag, el Carnicero rodeado de sus poderosos seguidores, las deformes y temibles gargantúas de las cuevas del gran pico Cobravidas, iniciaron su venganza contra los que quisieron exiliarlos de las Montañas de los Lamentos. El Gran festival fue interrumpido por una sangrienta escaramuza, la mayoría de ogros huyeron, pues solo el nombre del confinado profeta les causaba pavor. Los ogros que temían más la ira de su soberano que la del carnicero se lanzaron sin dudarlo al combate. Y lo último que pudo ver Hrothgar antes de perder el sentido fue una bestia gargantúa cayéndole encima tras la embestida del mismo Grasientus.
Hrothgar recobró la conciencia, estaba débil pero logró levantar la bestia caída y ponerse de pie. Se sintió despojado de su orgullo al haberle sido perdonada la vida gracias a la voluntad de las Grandes Fauces. Pensó que si regresaba a su tribu no sería bien recibido y aunque se sintiera avergonzado, seguía vivo, y quería seguir viviendo, de modo que saqueó los restos y los cuerpos que quedaban en la cumbre y partió de las Montañas de los Lamentos hacia donde pudiera ver recobrado su orgullo y renombre. 

Pronto imágenes de dicho OGRO...

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